Teniendo en cuenta las clasificaciones definidas en el artículo anterior, El cultivo de setos. Parte 1: Tipos de setos, se distinguen 3 fases diferentes en el mantenimiento y conservación de setos.
1. Establecimiento o formación
Antes de plantar un seto se debe tener claro la función que cumplirá, la forma y las dimensiones finales que deseamos darle, el nivel de mantenimiento que se aplicará y el resultado perseguido (floración, muro verde, barrera visual, cortaviento, etc.). Según estos parámetros y las condiciones de nuestro jardín (orientación, clima, etc.), se decidirá la especie o mezcla que mejor se adapta a estas necesidades.
En cuanto a la forma conviene que los setos sean más anchos por la base para favorecer una mayor insolación.
Una vez escogida la especie, en función de su crecimiento, decidiremos la distancia de plantación. Aunque distancias más pequeñas ayudan a que el seto cierre antes, este aspecto tiene la desventaja de hacer que las plantas que lo forman compitan fuertemente por la luz y los nutrientes, aparte de requerir un número inicial de plantas mayor. Hay que buscar el punto de compromiso óptimo entre ambos factores para cada situación.
En general, durante los primeros años, solo se pinzarán aquellas ramas que alcancen el límite del espacio imaginario que delimita el seto que deseamos, dejando crecer el resto libremente.
En cuanto a la altura, en especies con facilidad para brotar, aplicaremos pinzados que eliminen las yemas apicales, pues esto favorece mayores ramificaciones desde la base. Este efecto es muy deseable puesto que el seto cerrará y espesará antes. En las especies con dificultad para brotar o crecimiento lento solo se debe pinzar cuando alcancen la altura deseada, especialmente en el caso de las coníferas.
2. Fase de mantenimiento
La labor fundamental de mantenimiento de los setos es el recorte, sobre todo en los setos formales. El recorte se puede aplicar con tijeras o cortasetos. Conviene realizarlo desde abajo hacia arriba para conservar mejor la forma. Se pueden tender hilos o aplicar plantillas para guiar el recorte. Para el corte de la parte superior en setos altos es necesario contar con unas estructuras de andamio que sean fáciles de mover o con un cortasetos aplicado a pértiga.
Por lo demás se les aplican las mismas labores y tratamientos que al resto de cultivos, teniendo en cuenta que el recorte es siempre un proceso traumático y que puede favorecer la aparición de patologías, por lo que debemos estar especialmente atentos a su estado sanitario. También conviene aplicar dosis ajustadas de nitrógeno en las fertilizaciones puesto que éste favorece mayores crecimientos vegetativos y puede forzar a que haya que aplicar más recortes.
Para conservar setos formales en perfecto estado recomiendo aplicar al menos 4 recortes:
- A finales de octubre: recorte ligero de excesos de crecimiento que elimine los producidos desde el final de verano hasta el otoño temprano que se inicia la parada invernal. Este corte garantiza el buen estado del seto durante todo el invierno.
- Primeros de marzo: este es el recorte más importante. Se aplica justo antes del crecimiento primaveral por lo que es el momento de realizar también una poda de limpieza de ramas secas, débiles o enfermas, ramas superficiales con crecimiento paralelo al plano de corte, nudos superficiales, excesos de densidad, etc. Después de realizada esta operación de limpieza se da un recorte intenso sobre verde con el fin de mantener el seto en sus dimensiones. Aunque queden huecos estos se cerrarán en cuanto llegue la primavera.
- Mediados de mayo: aplicar de nuevo un recorte intenso sobre verde.
- Entre mediados de julio y mediados de agosto: en función de la necesidad y según la respuesta del seto a la poda anterior, se debe aplicar un recorte ligero de excesos de crecimiento.
Siempre hay que tener en cuenta que muchas especies, sobre todo las de coníferas, presentan dificultades para brotar desde ramas lignificadas, por lo que los cortes siempre se deben realizar sobre ramas del año, verdes o con hojas.
Los setos en general tienen tendencia a ir sobredimensionándose. Esto en algunas especies tiene fácil solución, como se explicará en el próximo apartado, pero en otras, como las coníferas, supone un grave problema dada su dificultad de renovación. La única solución es retrasar al máximo el proceso de envejecimiento a través de los recortes intensos.
En caso de no poder aplicar todos los cortes recomendados, prescindiríamos primero del recorte de verano y si fuera completamente imprescindible del otoñal, siendo conscientes de que esto redundará en un aspecto menos formal del seto y un envejecimiento prematuro del mismo.
En cuanto a los setos informales recomiendo aplicar 2 cortes, cuya época varía en función de las diferentes especies. Por ejemplo, a un seto de durillos (Viburnun tinus) se le aplicaría un recorte intenso tras la floración, entre finales de marzo y mediados de abril, y un pinzamiento ligero de excesos de crecimiento a mediados de julio. Así garantizaríamos que se cubra de flores la siguiente primavera.
3. Renovación
Como hemos comentado en el apartado anterior los setos tienden a sobredimensionarse, lo cual puede producir problemas por dificultar el paso, ser antiestético, etc.
Llegado ese momento los setos deben renovarse. Para esto hay tres fórmulas atendiendo al criterio de clasificación de las especies según su capacidad y facilidad para brotar.
Para las especies de fácil brotación aplicar un corte de los troncos a altura baja, cerca del suelo, en el mes de marzo, para minimizar el tiempo que el seto queda arrasado. Después proceder como se comentó en el capítulo de establecimiento o formación, teniendo en cuenta que en este caso se recuperará el seto en mucho menos tiempo.
Para los de facilidad media conviene realizar la renovación en tres partes, el primer año en altura y luego en diferentes campañas cada lateral. Cada uno de estos recortes debe hacerse en el mes de marzo para que el seto permanezca feo el mínimo tiempo posible.
En el caso de las especies de rebrote complicado no queda más remedio que renovar por completo el seto, arrancando las plantas envejecidas. Conviene plantearse si interesa un cambio de especie.
Uno de los problemas que se da con más frecuencia en los setos es que presenten zonas desnudas, sin cobertura vegetal. Esto se produce por problemas de iluminación, bien por la orientación o bien porque sea sombreado por otros elementos. Es un problema de difícil solución sobre todo si es una especie de brotación complicada. Para este tipo de ubicaciones debemos ser muy cuidadosos con la especie que se elige.
También es muy común en setos de coníferas que se produzcan desecamientos o enfermedad del seto. Las causas pueden ser enfermedades fúngicas, carencias nutricionales, dosificación inadecuada de riego, fríos intensos y problemas de iluminación, a menudo combinaciones de varios de estos factores. La solución es prevenir los factores citados, sobre todo el riego, evitando excesos, y aplicando una fertilización correcta que aporte magnesio y otros micronutrientes. En las épocas de más riesgo fúngico, primavera tardía y otoño temprano, estar atentos y aplicar Fosetil aluminio a los primeros síntomas una vez descartados el resto de los factores que se han indicado.
J. Luis Alonso Alonso
Ingeniero Agrónomo y Paisajista